La melanina es un material delicado que se usa
principalmente para la realización de encimeras por su belleza y su higiene, ya
que evitan la proliferación bacteriana. Para mantenerlas siempre en óptimo
estado no hay que dejar que el agua se deposite en ellos, ya que el material se
puede deteriorar seriamente. Obviamente se puede humedecer, algo que haremos al
limpiar, pero no más que eso.
Otro punto importante es no dejar que le impacte
el sol de forma directa. Si en vuestra cocina son muchas las
horas de sol sobre la zona donde se encuentran los muebles,
tal vez el material ideal no es la melamina, o de lo
contrario, deberíamos usar unas muy buenas cortinas durante esas horas.
El otro aspecto a destacar como cuidado básico en
los muebles de malamina, es evitar que los filos de los elementos cortantes
(tijeras y cuchillos) puedan dañar su superficie.
A la hora de la limpieza, no debemos usar ceras
ni aerosoles, ya que solo vamos a conseguir unas feas marcas o un aspecto
engrasado nada interesante. Lo ideal como producto son los limpia
vidrios o el simple detergente de la vajilla. Lo que haremos es
humedecer un trapo en alguno de estos productos y limpiar muy bien. Luego
pasamos otro paño para secar, ya que de otro modo se van a formar marcas. Cada
tanto tiempo podemos pasar una poliseda sobre la superficie seca, frotando muy
bien. Esto dará un brillo muy bonito.
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