Si en el anterior post hablamos acerca de cómo limpiar y mantener nuestro suelo de mármol, hoy es de recibo terminar la serie con una entrada sobre cómo abrillantar el mismo, más aún tratándose del mármol, un material que se caracteriza precisamente por su brillo.
Siempre
dependerá del uso que hagamos del suelo, y consonancia con este aspecto lo
puliremos con mayor o menor frecuencia. Se suele hacer cada dos años.
Cristalización. Así es como se le llama a
este proceso, en el que el mármol recupera un brillo muy intenso, llegando
incluso a reflejar los objetos de la habitación donde se encuentra, logrando el
conocido como “efecto espejo”. Para
hacer este proceso hay que aplicar productos
químicos especiales con la máquina lustradora.
Proceso. Existen unos discos
especiales de diamante para rotativas que se utilizan tanto para el abrillantado de terrazo como para
el abrillantado de mármol.
Echáremos
una pequeña cantidad de agua sobre tres o cuatro metros cuadrados de superficie
y actuaremos con el disco de diamante mediante la rotativa dando varias pasadas
uniformemente, paralelas y entrecruzadas, hasta ver que el agua se pone blanca
y espesa. A continuación retiraremos el agua sucia mediante un aspirador de
agua y repetiremos este proceso varias veces más.
Una
vez aclarado el suelo pondremos otro disco de diamante a la rotativa con una
numeración distinta y repetiremos todo el proceso anterior, y ya iremos viendo
los resultados del brillo. A continuación y teniendo el suelo aclarado
sustituiremos el disco a la rotativa por otro de distinta numeración y se
volverá a repetir todo el proceso y los resultados del brillo serán ya de
inmediatos y originales.
Sobre
el suelo ya acabado le pondremos una pequeña cantidad de cristalizador extra
duro, especial mente formulado para el vitrificado y mantenimiento de
superficies con contenido en carbonato cálcico su exclusiva formula permite una
rápida aplicación proporcionando al pavimentó la impermeabilización necesaria
para un brillo duradero;
Acabado con
ceras. Y
para un toque final sobre el suelo bien trabajado utilizaremos un producto con
una mayor concentración de ceras que eliminara los posibles defectos contenidos
en el cristalizado y ara que aumente el brillo conseguido en el mismo, no crea
ningún tipo de capa, deja el suelo totalmente sellado y es antideslizante.
Para
cuidar bien este pulido, se barrerá y pasará una mopa diariamente con agua y jabón neutro sin cera. Además,
semanalmente es mejor aplicar un removedor de brillo en la proporción de una
taza pequeña por cada cubo de agua, con una fregona muy escurrida. Acto
seguido, secarla con otra fregona seca o mopa.
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