Cambiando el color de las paredes es fácil darle un cambio radical a nuestros hogares. Es importante la elección del color además de la calidad de estas pero ¿están sanas nuestras paredes? Antes de pintar debemos valorar si la pared como tal necesita algún tipo de mantenimiento adicional. Estas son algunas de las cosas en que debes fijarte:
- Agujeros. Cuando cambiamos la decoración es normal cambiar la posición de cuadros, añadir o quitar algunos. Es importante borrar el rastro de estos quitando los agujeros correctamente. Para ello, es necesario limpiar el polvo del agujero y, posteriormente, rellenarlo de masilla y cuando se seque, lijar para homogenizar la pared, desempolvar y aplicarle una imprimación.
- Humedades. Se reconocen fácilmente, se caracterizan por manchas que pueden ser de colores negros, grises o pardos. Es importante antes de pintar sobre esta zona, asegurarnos de que la causa de la humedad se ha erradicado, pues si no volverá a salir. Una vez que no hay posibilidades de que salgan, es necesario preparar la superficie antes de pintar: Primero se ha de cepillar la zona afectada y lavar con lejía y después dar imprimación antibacterías y antihumedad antes de pintar.
- Grietas. Existen dos tipos de grietas, las estables que no crecen y las que tienden a crecer. Para solucionar este problema es lo mismo que con los agujeros.Realizamos la limpieza de la superficie de la grieta antes de aplicarle la masilla. La única diferencia entre ambas grietas es que a la creciente se le debe aplicar una gasa, y cuando se seque el proceso es el mismo: lija, desempolva y aplicar imprimación.
- Manchas de suciedad. Es importante retirarla para que la nueva pintura tenga un buen acabado. Para su retirada utilizaremos un detergente suave de arriba para abajo. Cuando la zona se seque, aplicaremos una imprimación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario