Siempre lo decimos en La Muralla. Para
reparar cualquier cosa, es recomendable localizar el foco del problema, porque
tan importante es prever como saber solucionar. Dicho lo cual, hoy hablaremos
de las baldosas que se levantan o se sueltan. Y esto puede ser por varias causas:
1- En las viviendas de nueva construcción, es
posible que el suelo aún esté asentándose.
2- Falta de espacio para la dilatación. Para
evitarlo, es suficiente con dejar una perimetral de 1 cm en cada estancia de la
vivienda, lo que hará que las baldosas no lleguen a tocar las paredes Este
espacio perimetral quedará tapado con el rodapié.
3- Fijar las baldosas con un mortero demasiado
fuerte. En este caso, la dilatación de uno y otro material es muy desigual y provoca
algunas fracturas a lo largo del suelo que parte los azulejos. En este caso las
baldosas no se despegan del suelo, sino que se parten por la mitad.
4- Al contrario que en el anterior caso, puede
ocurrir que el mortero sea demasiado pobre, en cuyo caso las baldosas se
despegarán enteras, quedando sueltas aun sin quebrarse.
En función de cual sea tu problema se pueden
adoptar diferentes soluciones.
Soluciones
Lo primero que debemos hacer luego de retirar
nuestra baldosa es quitar todos los restos de pegamento que pueda tener. También
debemos quitar el pegamento que puede haber quedado adherido en el lugar en
donde se encontraba.
Ahora, debemos distribuir el pegamento en el espacio
que ha quedado en el suelo y colocaremos nuevamente la baldosa en su lugar
anterior. El pegamento podréis adquirirlo en La Muralla. La presionaremos
suavemente y si contamos con un nivel podremos asegurarnos que quede
perfectamente nivelada con el resto de las baldosas Por último, dejaremos que
el pegamento seque y rellenaremos las junta.
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