Cerrando la segunda parte de
trucos caseros que iniciamos la semana pasada, hoy queremos enseñaros otras cinco ideas que
también os resultarán muy interesantes y económicas.
La cuchara anti desborde. Es muy habitual en nuestro día a día en
la cocina que por una razón o por otra se nos olvida bajar el fuego cuando está
empezando a hervir una olla. Cuando esto ocurre, el agua suave como la espuma,
desparramando todo el agua por la vitrocerámica. Para evitarlo bastará con colocar
una cuchara de madera cruzada encima de la olla. Este utensilio frenará la
ebullición.
El peine de seguridad. Cuando vamos a hundir un clavo con un
martillo, es peligroso poner los dedos en el borde del clavo pues un mal golpe
con el martillo puede destrozarnos las uñas y el dedo. Una manera de fijar el
clavo si poner en riesgo nuestra integridad, es colocando el calvo entre dos
púas de un peine, ejerciendo presión.. Así, no necesitaremos acercar nuestros
dedos y el martillo hará su trabajo.
La cebolla como aliada. Cuando realizamos un trabajo de pintura en
casa, lo más desagradable son los días posteriores a la obra ya que la
habitación pintada emite un olor muy fuerte a pintura y suele aguantar
bastante. Para hacer que se vaya ese olor, coloca varios recipientes de agua en
la habitación y cascos de cebolla. Como por arte de magia, el olor
desaparecerá.
Para limpiar el mármol, frota con una esponja empapada en agua
templada con unas gotas de lejía, aclara con agua y déjalo secar. Después, espolvorea polvos de talco
sobre la superficie, retíralos más tarde con un paño seco y encera la zona.
Mobiliario de jardín. Para limpiarlos y que
queden brillantes, en
un barreño con agua caliente le añadimos lavavajillas (del que usamos para los
platos) y un buen chorro de vinagre de vino blanco. Limpiamos todo el
mobiliario a conciencia con la mezcla con la ayuda de una bayeta que no suelte
pelo y finalmente secamos a conciencia. Quedarán relucientes
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